Mar Coll

ENTREVISTA CON MAR COLL

Mar Coll (Barcelona, 1981). A los 18 años entra en la ESCAC, donde se gradúa en la especialidad de dirección. Como proyecto de fin de carrera realiza el cortometraje La última Polaroid, seleccionado en múltiples festivales nacionales e internacionales y valedor de diversos premios. Desde México, país en el que reside durante los siguientes 3 años, escribe el que será su primer largometraje, Tres dies amb la familia, producido en el marco del proyecto Opera prima desarrollado por la ESCAC. La película se estrena en el Festival de Málaga 2009 en donde es premiado con tres biznagas, y con el que obtiene el Gaudí a la mejor dirección, mejor película y mejor actriz y el Goya a la mejor dirección novel. En el 2013 estrena su segundo largometraje, Tots volem el millor per a ella, inaugurando la Seminci de Valladolid que otorgará la Espiga de Plata a Nora Navas como mejor actriz. Este papel también le aportará el Gaudí a la mejor actriz protagonista así como una nominación al Goya. Actualmente Mar Coll combina su actividad de directora y guionista con la docencia en la escuela de cine ESCAC.

¿Te sentiste preparada para trabajar en el mundo audiovisual al terminar la carrera?

No me sentía preparada porque la experiencia laboral es algo que se aprende cuando la tienes. Creo que el final de la carrera es temido por todos los estudiantes en todos los sectores. De todas maneras tenía el arrojo necesario y el sentido de la responsabilidad para aprovechar las oportunidades que me dieron, que fueron muchas y buenas.

Con respecto al tema concreto del apoyo a las mujeres cineastas, ¿cómo percibes tú la actual situación del cine español hecho por mujeres – a nivel de formación, acceso al trabajo, acceso a la financiación y redes de colaboración?

Creo que todavía hay una brecha entre el número de mujeres que desean trabajar en el mundo audiovisual en puestos de responsabilidad y las que lo consiguen. La industria audiovisual está mayoritariamente liderada por hombres lo cual conlleva una inercia difícil de romper. Afortunadamente hay una toma de conciencia sobre esta situación que esperamos pueda desembocar en la creación de las herramientas necesarias para revertirla hasta que el acceso sea paritario.

¿Has sentido en algún momento que tu entrada en la industria de cine se hace más difícil por el hecho de ser mujer? Esto es, ¿te has sentido alguna vez discriminada por ser mujer?

Yo no he tenido ninguna dificultad por el hecho de ser mujer. Al contrario, al ser una de las pocas mujeres directoras, en su momento sentí que recibía una atención especial. Hay que decir que mi primera gran oportunidad vino de la mano de la escuela de cine, un ámbito en donde la paridad en el acceso a la producción está asegurado. Si hubiera tenido que buscarme la vida en el medio industrial, probablemente hubiera sido más complicado. Obviamente puedo contar algunos episodios de discriminación a lo largo de mi carrera, pero han tenido poco impacto en ella.

¿Es la conciliación familiar entre tu vida personal y profesional un asunto que te preocupe? ¿Ves al respecto alguna diferencia con tus colegas de profesión varones?

Me preocupa mucho y sé que si tengo hijos esto supondrá un parón en mi carrera. En un sector donde el futuro no está asegurado por ningún contrato de ningún tipo, el riesgo de no poder tener continuidad es enorme. Como ejemplo de la diferencia entre hombres y mujeres respecto a la conciliación familiar puedo contar la constatación que hicimos en el marco de la preproducción de mi anterior proyecto. Estábamos un equipo de unas 10 personas trabajando, 5 hombre y 5 mujeres, mismas edades. Todos los hombres tenían hijos y ninguna de las mujeres tenía. Fue revelador.

Según tú ¿qué medidas ayudarían a mujeres para entrar en la industria cinematográfica española? ¿Qué les recomendarías a mujeres para ‘meter la nariz’ en el mundo del cine?

Creo que el sistema de cuotas que presentó la asociación CIMA para Catalunya es un buen proyecto que ha sido aplicado con éxito en la cinematografía sueca, por ejemplo. En todo caso, a las mujeres que deseen hacer cine les recomiendo lo mismo que a sus compañeros: ilusión y perseverancia.